Recuerda Orad sin cesad dice la Santa Palabra Nunca te des por vencido que el que dio a su hijo unigenito para que hoy respires ese es el mismo de ayer y siempre a estado a tu lado Dios nunca te a dejado es esta a tu lado dandote fortaleza tratande que te des cuenta que siempre a estado desde las entrañas de tu madre ahi es puso su mirada en ti

Se que en ocasiones crees saberlo todo que nada va  a fallarte pero mi Dios te trajo hasta aquí no es casualidad que puedas estar viendo este blog por que tu Dios el Dios que yo le sirvo tiene su plan para tu vida y ya nada tendrás que cuestionar por que debes entender que tu Dios tiene su plan recordemos que para ser como diamantes tenemos que ser pasados por el fuego

nunca te des por vencido por que debemos saber que nuestro Dios tiene un plan en nuestras vidas dejemos de cuestionar nuestro problemas y comencemos a tomarlo por sumo gozo como dice el libro de santiago, por que triunfante vendrá nuestro Rey desde los cielos decender a en una nube blanca para galardonar a todos aquellos que  fueron fieles y triunfaron dice su palabra el que sea fiel hasta la muerte recibira la corona de la vida, deja de ahogarte en tus problemas todos pasamos por ellos, pero mira amigo todo esto nos ayuda a crecer escuche en un canto que sin dolor no hay ganador mi madre me decía que tenemos que sufrir para merecer un poquito de sacrificio eso vale la pena para obtener la victoria mi Dios tiene un plan en tu vida nunca te des por vencido

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Hoy… Renunciaré a lo que desagrada al Señor

“Seis cosas aborrece el Señor y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre los hermanos” Prov 6:16-19.

Si yo quiero ser hoy, un discípulo fructífero debo entender y respetar tanto lo que le agrada a Dios, como aquello que le desagrada. La Biblia continuamente nos presenta las cosas que le agradan a Dios y las cosas que le desagradan.

La Biblia lo expresa ahora en este pasaje de Proverbios cuando menciona las siete cosas que Dios aborrece. Hoy decido no ceder a ninguna de estas siete cosas que surgen de un corazón desprovisto del toque personal de Dios.

Los ojos altivos, demuestran el orgullo que se convierte en la madre de todos los pecados.

La lengua mentirosa, la cual se rebela a vivir en el mundo hermoso de la luz y la verdad.

Las manos derramadoras de sangre inocente, que se levantan para quitar la vida de que aún no ha nacido o del que ya vive alegremente en la tierra de los vivientes.

El corazón que maquina pensamientos inicuos, el cual incuba los más horrendos sentimientos nacidos de un espíritu torcido.

Los pies presurosos para correr al mal, los cuales corren por el camino de su propia destrucción, el testigo falso que habla mentiras, quien cerrando su puño y su corazón expresa su propia vanidad y el que siembra discordia entre los hermanos, el cual no amando la paz la cercena con un corazón sin sentimientos. Y hoy no quiero ninguna de estas siete cosas las cuales Dios aborrece y que pueden amargar mi vida en este día.

Que mi corazón hoy, pueda andar tras los caminos que agradan al Señor los cuales son los senderos de la humildad, la verdad, el compartir vida a otros, el corazón que esta llena de buenos y sanos pensamientos, los pies que transitan los caminos del bien, el testigo que proclama la verdad de Dios y aquel que siempre la paz y la unidad entre los hermanos. En esos senderos hoy quiero transitar.

Señor. Caminar por caminar no tiene sentido para mí en este día…Más quiero caminar con propósito sabiendo que al caminar con propósito siempre buscaré lo que te agrada. Si camino sin propósito y marcho por la vida solo por caminar. Terminaré haciendo precisamente aquello que no te agrada. Es más, todo aquellos que tú aborreces. Gracias por que hoy me das esta oportunidad de caminar por el sendero de tu agrado. Amén.

Fuente: Serafín Contreras de red-cristiana.blogspot.com

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UNA CÁLIDA SEGUNDA LUNA DE MIEL
por el Hermano Pablo

Estaban celebrando otro aniversario de bodas, el número treinta. Y para darle un tono especial y diferente al evento, Bill y Helen Thayer, de Estocolmo, Suecia, decidieron tener una segunda luna de miel.
No escogieron la Costa Azul de Francia, ni las playas de Tahití ni las costas de Australia. Decidieron, más bien, pasar su segunda luna de miel en el Polo Sur.
¿Qué los hizo escoger esa frígida e inhóspita región? Buscaban —dijeron— algo nuevo, algo diferente, algo que le diera, otra vez, la chispa a su matrimonio que en los primeros años tuvo. Y su comentario, al regresar, fue: «Hemos vuelto de este viaje más amigos que nunca.»
¿Qué podrá inyectar nueva vida en las venas de un matrimonio raquítico? No todos podemos darnos el lujo de celebrar nuestro aniversario de bodas con una luna de miel en el antártico. Además, no hay seguridad de que regresaríamos con nuestra unión rejuvenecida. ¿Qué puede una pareja introducirle a su matrimonio que le devuelva el calor que una vez tuvo?
En primer lugar, deben traer a la memoria ese día mágico en que como novios se pronunciaron esas palabras sagradas de unión: «hasta que la muerte nos separe». Allí no había hipocresía, no había falsedad. Se dijeron que se amarían el uno a la otra y la una al otro para siempre porque se querían de todo corazón. En ese momento encantador el tiempo se detuvo y dos corazones se convirtieron en uno. ¿Cómo se les iba a ocurrir que podría venir el día en que ese amor se enfriaría?
Pero algo pasó. La ilusión se deshizo y la chispa se apagó. ¿Qué hacer en casos como este?
Juntos deben decidir que, pase lo que pase, su matrimonio no se va a destruir. El amor es el producto de una determinación, no de un sentimiento, y cuando los dos determinan que la separación no es, ni nunca será, una opción, esa determinación le dará a su matrimonio nueva esperanza.
En segundo lugar, deben invertir tiempo —tiempo de calidad— en su matrimonio. Eso incluye gozarse juntos, respetarse juntos, favorecerse juntos, pasar noches juntos con el televisor apagado, y compartir confidencias juntos.
Finalmente, deben perseguir las mismas metas espirituales: leer la Biblia juntos, orar juntos, ir a la iglesia juntos y buscar a Dios juntos. Si tienen, de veras, la determinación de salvar su matrimonio, juntos pueden tomar control de esa unión en lugar de abandonarla al azar. Las riendas de ese enlace están en sus manos. Con férrea determinación pueden pedirle a Dios que les ayude a salvarlo.

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